

En la cocina las flores comestibles, como la lavanda, le dan un toque especial a tus platillos.
Las hojas y los pétalos de la lavanda se pueden usar para comer crudas condimentando ensaladas, o para aromatizar glaseados de azúcar en postres.
Con las flores se puede preparar té, añadirlas a mermeladas o incluso aromatizar helados o natillas porque tiene un sabor cítrico y dulce bastante intenso. Y queda deliciosa añadidas en seco a la masa de galletas. Sencillamente espolvoreados los pétalos de la lavanda. Aroma floral dulce, muy perfumada con notas de limón y cítricos.
La lavanda se presta a platos salados también, desde guisos a salsas reducción de vino.