Pavo Down una historia conmovedora de inclusión
Hace poco fuimos a conocer a Gabi y Francisco, los papás de Ángel, miembro fundador de Pavo Down. Ángel murió de COVID este año y con esto la supervivencia de la cooperativa se puso en cuestión.
En Pavo Down la misión es fuerte y clara: quieren que jóvenes con síndrome de down y otras discapacidades aprendan a ser independientes y productivos; la inclusión laboral es su pan de cada día.
En Pavo Down se hacen productos de carne de pavo en numerosas presentaciones. Gabi y Francisco nos contaron la historia de Ángel, la cual nos conmovió profundamente. De ahí que decidimos donar el 5% de la venta de todos los pavos este año (en esta liga puedes sumarte a la causa y llevarte un pavo rico).
Ángel y el surgimiento de una preciosa historia de inclusión
Ángel era un chico con síndrome de down. Sus padres buscaron oportunidades de trabajo para jóvenes como él, sin embargo, no encontraron nada que se ajustara a las necesidades de su hijo. Constantemente se preocupaban por su futuro al no poder ser 100% independiente, cuando ellos llegaran a faltar, ¿quién lo ayudaría? ¿quién se encargaría de cuidarlo? ¿cómo se mantendría económicamente?
Gabi y Francisco dejaron sus trabajos respectivamente para arriesgarlo todo y lanzar este emprendimiento, Pavo Down. La idea era simple: tener una pequeña tienda de carne de pavo y vender localmente a familiares, amigos y vecinos. Ángel y un par de amigos trabajarían ahí y aprenderían algo que les gusta hacer, en un lugar adecuado a sus necesidades, además de ganarse un sueldo.
Granja Chihuahua – una granja que cría pavos en el Estado de México y que además son los productores de los pavos en DILMUN –, fue uno de sus “padrinos”, y les enseñó todos los secretos sobre la carne de pavo.
La tienda de Pavo Down empezó a tener cada vez más y más clientes recurrentes. Un día cualquiera, un cliente vió a Ángel trabajando y dijo, “yo también tengo un hijo con síndrome de down, ¿podría trabajar con ustedes? Así, varias personas llegaron a unirse a este proyecto, hasta que de pronto, Pavo Down dió un giro muy trascendente y precioso: sería un lugar de inclusión laboral.
Mientras Francisco nos contaba esta historia, Rubén estaba por ahí cerca. Sólo nos veía, calladito, no participaba mucho con nosotros. De vez en cuando volteaba a ver una pared en el otro cuarto que nosotros no podíamos ver...
Nos contaban, que la familia Mendoza Nava se dio cuenta que podían hacer una labor mucho más profunda y grande. Se capacitaron, consiguieron recursos para profesionalizarse y echaron a volar este gran proyecto. En 2017, Pavo Down se constituyó como una sociedad cooperativa, y no menos importante, como un espacio de inclusión laboral, seguro y digno para jóvenes con síndrome de down y otras discapacidades, potencializando cada vez más sus habilidades de responsabilidad e independencia. Ángel se convirtió en el líder del proyecto.
Todo iba avanzando bien. La familia luchó con los obstáculos de cualquier emprendimiento, más la dificultad de romper estereotipos sobre las personas con discapacidad en la vida laboral. Pero cuando llegó la pandemia, Pavo Down fue uno de los proyectos golpeados ya que los jóvenes no podían ir a trabajar y las ventas decayeron.
En aquél entonces, Ángel se contagió de COVID y murió el 31 de julio de este año.
Francisco, Gabi, sus hijos y todos los miembros de Pavo Down quedaron devastados. No sabían qué hacer sin Ángel, el alma y motivo de este proyecto. Un tiempo después, juntos, decidieron seguir con esta misión de hacer la diferencia en la vida de tantos otros como Ángel, pues a fin de cuentas, todos estos jóvenes ya eran parte de la familia.
Cuando terminó de contarnos este relato, Rubén se limpió la cara con la manga de su camisa. Y le dijo a la pared que nosotros no veíamos: Esto va por ti. Se acercó a nosotros, nos saludó, posó para las fotos y nos enseñó los trabajos que hace en Pavo Down.
Rúben será el nuevo líder del proyecto, reemplazando a su mejor amigo. Un rato después, me asomé a esa pared. Era un altar con velas y la foto de Ángel :).
Con el 5% de tus compras en pavo de granja, compramos una computadora a Pavo Down. Vino Rubén con Gabi y Francisco a recibirla.