Cebolla y ajo frescos vs. deshidratados al cocinar
El ajo y la cebolla son ingredientes básicos en cualquier cocina. Son de la familia de los alliums: cebollas, poro, echalot, etc. Muchos cocineros y chefs pueden argumentar que estos vegetales frescos son muy superiores a los deshidratados, pero la conveniencia de usarlos deshidratados es inmejorable.
El ajo y cebolla deshidratados te permiten añadir un sabor fuerte a lo que estés cocinando sin tener que picar y picar. Te ahorras las manos oliendo a cebolla y los ojos llorosos. Otro beneficio de usarlos deshidratados es que puedes hacer una mezcla de especias rápidamente incorporando polvos. En promedio se usan 4kg de cebolla o de ajo fresco para hacer un kilo de polvo deshidratado. El sabor es bastante concentrado.
Hay varias presentaciones de ajo y cebolla que no son polvo: granulados o en hojuelas que puedes re-hidratar fácilmente. Remójalos en agua tibia por 15min, tira el agua (a una macetita, ya que el agua nunca se desperdicia) y añade el ingrediente a tu guiso o platillo como usarías el fresco.
El ajo es la columna vertebral de muchísimos platillos en todo el mundo. Estamos también familiarizados por sus propiedades curativas. Si sientes que te está dando gripa, prepárate un té de ajo, verás que la esquivas sin problema.
Cuando sustituyas ajo en una receta toma en cuenta que
1 diente de ajo equivale a ¼ de cucharadita de ajo en polvo.
La cebolla es un vegetal perfecto: es fácil de cultivar, se puede guardar por mucho tiempo sin que se eche a perder y viene con su propio empaque.
Cuando sustituyas cebolla fresca en una receta:
¼ de taza de cebolla picada equivale a 1/2 de cucharadita de cebolla en polvo.
¿Qué opinas? Prefieres cocinar con éstas frescas o deshidratadas