¿La microbiota es el segundo cerebro? 7 tips para mejorarla
La microbiota intestinal va mucho más allá de sólo digerir lo que comemos. Se le reconoce como el segundo cerebro por su funciones en el sistema inmunológico y comunicación bilateral con el sistema nervioso central, el cerebro
El "sentir mariposas en el estómago" o "un nudo en la pansa" o "se me fue el hambre" por alguna emoción pueden no ser expresiones figurativas, sino señales emocionales que van del estómago al cerebro y no al revés.
El recubrimiento de nuestro sistema digestivo contiene un sistema nervioso independiente del cerebro llamado sistema nervioso entérico que controla una gran cantidad de hormonas, impulsos eléctricos y otros caminos para comunicarse con el cerebro.
Este pequeño segundo cerebro en nuestras entrañas se comunica con el cerebro de la cabeza, por parte determina nuestro estado mental y juega un papel importante en nuestra inmunidad. Tal vez es momento de ponerle más atención a cómo cuidamos nuestra pancita. Cuidar de nuestra salud intestinal es también cuidar de nuestra salud emocional.
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¿Por qué consideran a la flora intestinal o microbiota el segundo cerebro?
- Independiente: El sistema digestivo es un sistema autónomo, no depende que el cerebro le diga qué hacer, sino del sistema nervioso central que se extiende por el tejido que cubre el sistema digestivo y tiene sus propios circuitos neuronales. Es independiente de él, pero se comunica con él a través de los sistemas simpático y parasimpático
- Comunicación bidireccional. El aparato digestivo recolecta información sobre el estado del organismo y luego la envía al cerebro para que la vincule con las emociones, como el estado de ánimo, el estrés o los nervios..
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Neuronas no sólo en el cerebro El tubo digestivo está cubierto de una red neuronal repartida entre las capas mucosa, submucosa y muscular esencial la función que realizan. Hay 100 millones de neuronas en nuestro sistema digestivo, muchas más de las que contiene la columna vertebral!
La cantidad de células especializadas del sistema nervioso que viven en el intestino de una persona, es equivalente a la cantidad que hay en el cerebro de un gato.* - El 70% de las células de nuestro sistema inmune vive en el intestino En nuestro intestino viven trillones de microbios clave para la digestión, su actividad le permite a nuestro cuerpo absorber ciertos nutrientes de los alimentos. Hay investigaciones recientes donde dicen que si tienes problemas intestinales es más probable que caigas en enfermedades comunes como una gripe.
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Salud mental gracias a la seratonina El sistema nervioso entérico o microbiota intestinal usa 300 neurotransmisores, igual que el cerebro! La seratonina es la hormona de la felicidad muy relacionada con el control de las emociones y el estado de ánimo. Es un neurotransmisor clave en la comunicación entre el cerebro y el tracto gastrointestinal. Por. lo tanto, un desequilibrio en el hábitat intestinal también será un desequilibrio emocional.
El 90% de la seratonina está en nuestras entrañas! En el intestino, la serotonina regula los movimientos intestinales y la secreción de moco, enzimas y hormonas, principalmente. En el sistema nervioso central, modula serotonina regula diversos aspectos de la conducta social, estado de ánimo, la alimentación, el sueño, la atención, la ansiedad, etc.
Hay investigaciones psiquiátrica actuales sobre el uso de "psicobióticos", o sea, un cóctel probiótico de bacterias saludables para mejorar la salud mental.
Tips para mejorar la flora intestinal
Es muy fácil mejorar y fortalecer tu microbiota: ¡comiendo bien!
- Evita refinados, como azúcar y las harinas refinadas, pan industrial, refrescos y los alimentos ultra-procesados
- Come más verde, orgánico y variedad de verduras de colores.
- Hidrátete con agua deja los refrescos por la paz. Si quieres una bebida burbujeante, prueba la kombucha
- Elige grasas buenas Como aceite de olivo, aceite de aguacate, pescados con Omega 3 como atún, salmón y trucha, aguacate, coco, los frutos secos, nueces y semillas
- Come probióticos naturales como kombucha, kéfir, yogurt, jocoque, pickles fermentados o los vegetales encurtidos, quesos no pasteurizados.
- Menos sal Menos salero y mas especiero. Prueba cocinar con cúrcuma, jengibre, mostaza, pimienta negra
- La calidad importa. Elige alimentos de buena calidad, con ingredientes reales, como carne, huevos y lácteos orgánicos de libre pastoreo, sin antibióticos y hormonas sintéticas.
- Mastica, mastica, mastica. La digestión comienza en la boca!
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