No se trata de reglas sino de hábitos . Los niños pueden parecer difíciles a la hora de hablar de alimentos saludables, pero si lo vuelves un hábito que les traiga emociones positivas, notarás la enorme diferencia. 

Te damos algunos consejos para ayudarte a regalarles el mejor obsequio a tus hijos: una alimentación, rica, sana y para siempre.

Responde a todos sus porqués

Mientras más información (positiva) les demos sobre por qué es mejor comer un alimento u otro, mayor será su entendimiento a futuro. Asegúrate de siempre marcar lo delicioso que es ese alimento sano.

Involúcralos en la cadena de valor

Si tus alimentos son locales o provienen de prácticas sustentables, naturales y/o amables con el entorno y con los animales, es importante que se los digas a los niños. Cultivar la empatía a través de los alimentos les ayudará a conectar con lo que comen y de paso a generar valores importantes.

Lo mismo pero diferente

Disfraza sus platillos de formas creativas. Crea arcoíris con los vegetales o sus personajes animados favoritos en la comida. Por otro lado, evita cocinar lo mismo de siempre en la misma presentación. En internet ya existen muchísimas recetas de, por ejemplo, ensaladas que no sólo son lechuga o cómo combinar vegetales con carnes. Esto le ayudará a toda la familia a cultivar el mismo hábito.