Los datos son sorprendentes. Aunque parezca sencillo (e incluso más barato), dejar de comer carne y proteína animal (lácteos, huevo, leche) un sólo día de nuestra semana hace REALMENTE la diferencia.
Un Día sin carne o "Meatless Monday" es un concepto que surgió en 1985 para generar conciencia sobre los beneficios para la salud, el medio ambiente y la ética de vivir sin carne. Hace unos años surgieron los retos: World Meat Free Week y Veganuary que más que nada son una invitación a ver una perspectiva diferente y reflexionar sobre el impacto que tiene la producción de nuestros alimentos
De hecho, si una familia de cuatro personas deja de comer carne, lácteos y huevo una vez por semana, es como si quitáramos un auto de las calles por 5 semanas, de acuerdo con información de la Humane Society International (HSI).
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Esa es la buena noticia:
Te hablamos a ti, que no podrías dejar la carne o la proteína animal de un día para otro (y los cuales somos todavía muchos). A ti, que crees que ser vegetariano o vegano se trata de comer ensaladas y pasta (¡todo lo contrario!) y a ti, que ya empezaste la valiente vida del veganismo y te gustaría obtener más productos vegetales.
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Existen muchas formas de ayudar a que está problemática genere impactos menores. Una buena opción es reducir tu consumo de carne empezando con un día a la semana. Encuentra productos veganos aquí como yogurt o quesos hechos a base de nueces, pasta sin huevo, spreads de nuez, crema vegana de zanahoria o de jitomate, pan de semillas, frijoles, lentejas, garbanzo, leche vegetal como leche de almendra, de macadamia, barritas de proteína de chícharo, cebada, avena, chía, tostadas de nopal, tortillas de coliflor, etc
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Veganuary combina las palabras «vegano» y «enero», es un movimiento global que ha ganado popularidad en los últimos años. Este movimiento es una invitación a experimentar la vida vegano durante el mes de enero, ofreciendo una oportunidad para explorar la alimentación basada en plantas y reflexionar sobre las elecciones alimenticias que reducen la huella de carbono, el uso de agua y la deforestación asociada con la producción de carne.
Es una invitación a ver otra o cambiar la perspectiva hacia la comida, a descubrir la variedad y frescura de opciones de la dieta vegana.
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Consumir local también baja mucho las emisiones de gases invernadero por persona
A veces, por menor carne que consideremos consumir, la huella de carbono de un filete de ternera de origen cercano a donde vivimos, podría ser menor que consumir kiwis importado de Nueva Zelanda, naranjas de China, o unas fresas cultivadas fuera de temporada. Y es que el cálculo global de la huella de carbono, más allá de la naturaleza del producto, hay que tener en cuenta el conjunto de emisiones generadas desde el momento en que el producto es producido, hasta que, a veces cruzando medio planeta, llega a nuestros platos.
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Según un nuevo estudio el 25% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero, corresponden al sector de la alimentación. De ese 25%, el 58% corresponde a la generación de productos de origen animal.*
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Fuentes
