La comida es conexión, el comer nos acerca con los demás y en estos momentos es lo que más necesitamos.

En dificultades, las personas buscamos maneras de lidiar con los cambios. Estos días sabemos que debemos que estar lejos fisicamente, alejarnos de nuestro "sistema" (amigos, familiares) al que recurrimos cuando hay dificultades. En estos meses hemos aprendido a conectarnos de diferentes maneras. Lo hacemos lo mejor que podemos.

Una manera de lidiar con situaciones es mediante la comida. La comida es emocional, es un conector social del ser humano desde hace mucho tiempo.

El ofrecer comida es parte de la conexión socail de dar-recibir, crear vínculos con los demás. El invitar a alguién a comer, a celebrar un evento (como una fistes, boda, coctél) es generar cercanía interpersonal. Entran patrones de cultura, influencia familiar, networking, etc. Con la comida buscamos ser buenos anfitriones, personas consideradas, mostramos nuestras creencias personales, hasta religiosas.

Desde principios de la humanidad... el que cosechaba algo lo compartía o intercambiaba con sus vecinos para que ambos tuvieran variedad. Luego lo vendían... luego empezaron los centros de intercambio que ahora conocemos como mercado.

El comer nos acerca. Desde compartir una receta favorita o estrenar una nueva, presentar un plato bonito, poner una mesa especial con servilletas recién planchadas y sacar nuestros adornos favoritos. Así que aunque estemos lejos, podemos conectar con los pocos que tenemos cerca.