La comida puede ser tu medicina - Dr Diego MC
A veces las mejores historias de salud empiezan con una pregunta sencilla: ¿hay forma de necesitar menos medicinas si cambiamos nuestros hábitos? Eso fue exactamente lo que mi tía quiso averiguar.
Ella tiene resistencia a la insulina y, aunque sigue al pie de la letra lo que su médico tradicional le recetó, sentía que faltaba algo más. No quería estar tomando tanto medicamento. Esa intuición la llevó con el Dr. Diego Martínez Conde, especialista en medicina funcional regenerativa basada en evidencia científica. Cuando me contó lo que él le recomendó —incluyendo una “dieta” centrada en proteína animal orgánica de ganadería regenerativa (¡sí, de nuestros productores! Indomitus, SaBio, Santa Pradera, La Rumorosa…)— supe que tenía que conocerlo.
¿Por qué es diferente a la medicina funcional regenerativa que la tradicional?
Antes de hablar de la “dieta”, vale la pena entender qué distingue a la medicina funcional regenerativa de la convencional.
Mientras que la medicina tradicional tiende a enfocarse en aliviar síntomas (a veces con intervenciones rápidas y necesarias), la medicina funcional busca encontrar y atender la causa raíz. Observa al cuerpo como un sistema interconectado y trabaja con herramientas como la alimentación, el manejo del estrés, el movimiento, la suplementación y el descanso.
Muy alineado con la famosa frase de Hipócrates: "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento" que sostiene que lo que comemos tiene un efecto directo en nuestro cuerpo, y que podemos usar la comida para prevenir enfermedades y, si es necesario, tratar dolencias.
Lo que comemos… y lo que comen los animales importa mucho
Algo que me impresionó fue escuchar al Dr. Diego hablar sobre la diferencia entre la carne de un animal criado en ganadería regenerativa y uno de ganadería extensiva convencional. Esta super alineado con lo que queremos lograr en DILMUN: un círculo virtuoso donde todos nos beneficiemos: nuestra salud, el productor local que cuida su tierra mediante la regeneración del suelo y el bienestar animal mediante la crianza digna.
Los animales de producción industrial pasan sus días en espacios reducidos, pisando concreto y sus propias heces, alimentados con granos tratados con químicos. Todo eso no solo afecta su bienestar y la calidad de su carne. “Lo que come el animal, termina en nuestro sistema”, dijo.
En cambio, los animales que viven en pastoreo regenerativo comen pasto libre de químicos, respiran aire fresco, reciben luz del sol (vitamina D), se mueven, viven como animales deberían vivir… y esa calidad de vida se refleja directamente en la calidad nutricional de su carne y vísceras.
Un suelo sano, da animales sanos que dan alimentos sanos
El Dr. Diego lo explicó precioso: “Cuando un animal tiene una vida infinitamente mejor, eso se traduce en alimentos más nutritivos y más limpios”. Pero no termina ahí. La ganadería regenerativa no solo busca un producto final más saludable, sino que regenera la tierra, apoya a los productores que cuidan sus suelos y crea un círculo virtuoso entre la salud humana, el bienestar animal y el ecosistema.
Y así, entre historias, ciencia y comida real, entendí por qué mi hermana salió tan inspirada. A veces, el primer paso hacia sentirte mejor no está en tomar más cosas… sino en elegir mejor lo que pones en tu plato.
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