Los mexicanos estamos interconectados, como la milpa
Aunque nuestros pies pisen el concreto de la Ciudad de México, seguimos conectados con la tierra. Está en nuestro ADN, en lo que comemos cada día, en los sabores que nos acompañan desde siempre.
Piénsalo: tortillas, frijoles, calabaza, chile…
¿Quién en México no los ha probado?
Comemos de la milpa sin siquiera notarlo, y cada bocado es una forma de bailar —aunque simbólicamente— alrededor de un sistema agrícola que nos ha sostenido por siglos.
La milpa: más que un cultivo, una forma de vida
La milpa no es solo una técnica agrícola; es una manera de entender la vida, la tierra y la comunidad. Es el corazón de la agroecología mexicana, un modelo de sostenibilidad mucho antes de que existiera la palabra “sostenible”. En una milpa, el maíz, el frijol, la calabaza y el chile viven juntos, se acompañan, se cuidan.
Cada uno cumple un papel dentro de un sistema de colaboración perfecta:
- 🌱 El frijol fija nitrógeno en el suelo, enriqueciendo la tierra.
- 🌽 El maíz ofrece su tallo para que el frijol trepe hacia la luz.
- 🎃 La calabaza, con sus hojas grandes, mantiene la humedad y protege contra malezas.
- 🌶️ El chile, además de sabor, funciona como insecticida natural.
La milpa es un ecosistema en equilibrio, donde nada sobra y todo tiene sentido. Y además, se complementa con otras plantas como el nopal, jitomate, tomate verde, hierbas medicinales y los maravillosos quelites —verdolagas, quintoniles, huauzontles, romeritos… pequeños tesoros verdes que la tierra nos ofrece espontáneamente.
Los cuatro fantásticos de la milpa y nuestra salud
Lo fascinante es que esta sabiduría agrícola ancestral no solo mantiene viva la tierra: también mantiene viva nuestra salud.
Cuando combinas maíz y frijol, obtienes proteínas completas. Las calabazas, los quelites y los chiles aportan vitaminas, minerales y antioxidantes. El nopal y las semillas completan el cuadro con fibra y grasas saludables.
Así, sin necesidad de suplementos ni modas, la dieta de la milpa ofrece equilibrio nutricional, diversidad y sostenibilidad. Es la base de una alimentación que nutre al cuerpo y honra a la tierra.
Sabores de milpa en cada mesa mexicana
Sin darnos cuenta, los platillos que nos acompañan desde la infancia son expresiones vivas de este sistema milenario. Cada receta es una pequeña historia de interdependencia entre plantas, personas y territorio:
- Tamales, atoles y el tamal de libro, con capas de frijol y masa perfumada con hoja de aguacate.
- Calabacitas rellenas de elote y jitomate con chile.
- Tlacoyos, enfrijoladas, tacos de huitlacoche o flor de calabaza. Mole de olla, tostadas con frijoles, ensalada de nopal con jitomate y cebolla.
Todos ellos nacen de la misma raíz: la milpa.
🌍 Un modelo amenazado
Lamentablemente, el sistema de la milpa —ese equilibrio perfecto entre cultura y el ecositema— está en riesgo.
Hoy, muchas comunidades han tenido que reemplazar el policultivo tradicional por monocultivos industriales impulsados por la demanda del mercado. Las semillas criollas son desplazadas por híbridos importados, y los agroquímicos deterioran el suelo y la biodiversidad.
Además, el cambio en los hábitos alimentarios —del maíz y los frijoles al consumo de ultraprocesados— rompe la conexión entre campo y mesa, afectando tanto la salud humana como la del planeta.
Cada vez hay menos espacio, menos tiempo de “barbecho” (descanso del suelo) y menos manos sembrando con paciencia. Sin embargo, cada compra consciente, cada plato hecho con ingredientes de milpa, es una forma de resistencia.
🌽 Cómo apoyar a las milpas vivas
Volver a la milpa no significa vivir en el campo. Significa reconocer y valorar de dónde viene lo que comemos, apoyar la producción local y elegir alimentos que cuidan la tierra y a quienes la trabajan.
Puedes hacerlo de manera sencilla: Compra maíz y frijoles agroecológicos de semillas criollas, cultivados en sistemas de milpa. De las marcas
La Comandanta
o
Ecosentli
, o a través de proyectos como DILMUN, puedes llenar tu alacena con productos que cuentan historias de tierra, comunidad y esperanza.
Fuentes
UAG - Dieta de la milpa
gob.mx Dieta de la milpa


