¿Qué tanto influye la textura de la comida?
La textura en un alimento es una experiencia sensorial muy personal, es un factor decisivo al comer. Aunque algo esté delicioso, si la interacción física en nuestra boca no es placentera, lo vamos a rechazar. ¿Te pasa con algún alimento en especial?
La textura la experimentamos desde en una cata de vino, la jugosa textura de un filete de carne, la granulosa textura de la guayaba o la cremosidad del aguacate o las verduras sobrecocidas
Hay dos momentos donde se disfruta (o no) la comida: la sensación y la percepción. La sensación es la experiencia sensorial por medio de los sentidos, la segunda es la interpretación y memorabilidad de cada persona.
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¿Cómo percibimos las texturas?
¡Por los receptores del tacto de la piel de nuestra boca! Lo llamado "mouthfeel" en inglés. La presión del alimento en la lengua, los cachetes, si se pega o no en el paladar y en los dientes, si se resbala
Así la información lleg aal cerebro donde entra la reacción psicológica.
Algunos adjetivos de texturas de los alimentos son duro, suave, quebradizo, elástico, fibroso, grande, pequeño, rasposo, crujiente, picante o calor del picante, cremoso, pastoso, seco, húmedo, pegajoso, astringente (ácidez o amargo intenso como de un vino), refrescante (como la menta), etc
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¿Cuáles son las texturas favoritas en general?
La combinación de texturas hace más interesante nuestras comidas. Se hizo un estudio que duró 10años de Food Science and Nutritition sobre la preferencia de texturas y el comportamiento de los alimentos en la boca. Las 4 texturas favoritas fueron:
Texturas crujientes Hay quienes les encanta el "crunch" de unas papas fritas, totopos, zanahoria, apio, manzanas, coco, pimientos crudos, ensalada, lo quemadito de la carne, cereal crujiente para desayunar. Para quien le gusta hacer ruido y el trabajo en la boca de "romper" con los dientes.
Chiclosas Hay personas que pueden estar masticando chicle todo el día, o no? Estas personas seguro les gustan las gomitas, los ostiones crudos o ostiones ahumados sustentables, queso derretido, hongos, alitas de pollo orgpanico, costillas de cordero orgánico, pan orgánico de masa madre
Texturas suaves como el yogurt, helado, gelatina, flan, granada china, mango, plátano, pera, aguacate, pescado, pure de papa, pasta. Texturas cremosas que no hacen ruido
Texturas lisas: Como paletas de caramelo, cajeta, spreads de nueces, avena cocina, pudding de chía, smoothies, huevo revuelto, frijoles, sopas o cremas, guisos con carne muy suave, etc. Alimentos que no requieren mucho "trabajo" de masticar y se quedan mucho tiempo en la boca.
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¿Por qué tenemos a veces tanta adversidad o resistencia a las texturas de los alimentos?
¿Por qué hay quienes no toleran las texturas suaves como del mamey, aguacate, yogurt, flan o quienes se les pone la piel chinita al morder un merengue por el ruido que hace? es muy subjetivo, tiene mucho que ver con preferencias personales y la agudeza de nuestros sentidos.
Desde bebés empezamos a explorar el mundo por medio de nuestros sentidos. Los bebés antes de comer, usan sus manos para ir conociendo texturas antes de probarlas. Es una forma de saber si algo es seguro para nosotros. Algunas texturas pueden indicar que algo está echado a perder, como una rebanada de jamón de pavo pegajosa. Aunque haya estado en el refri, es mejor no comerla.
Algunas texturas no pueden traer malos recuerdos, por eso las evitamos. Si alguna vez te enfermaste comiendo jamón pegajoso, tal vez tratas de evitar esas texturas. ¿Te ha pasado?
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