¿Siempre hay que remojar los frijoles?
¡Si! Es muy importante remojar las legumbres, no sólo para que se cuesan más rápido, sino por nutrición.
Si alguna vez has cocinado frijoles, garbanzos o lentejas sin remojarlos antes, seguramente notaste que tardan una eternidad en ablandarse o que después de comerlos te dejaron con cierta incomodidad digestiva. Lo que quizá no sabías es que un simple paso previo —el remojo— puede marcar toda la diferencia, tanto en la cocina como en tu bienestar.
🌱 El poder del remojo
Remojar los frijoles, lentejas, garbanzos y otras legumbres no es sólo una costumbre antigua sin sentido; tiene una razón científica y muchos beneficios. Este proceso reactiva las enzimas naturales del grano, suaviza su textura y reduce compuestos que pueden causar molestias o interferir con la absorción de nutrientes.
- Mejora la absorción de nutrientes En su estado seco, las legumbres contienen antinutrientes como el ácido fítico, que se une a minerales como el hierro y el zinc, impidiendo su correcta absorción. El remojo ayuda a reducir estos compuestos, haciendo que los nutrientes de tus legumbres sean más biodisponibles, es decir, más fáciles de aprovechar por tu cuerpo. LEE Tips para reducir los antinutrientes
- Facilita la digestión Las legumbres contienen oligosacáridos, un tipo de azúcar complejo que nuestro sistema digestivo no puede descomponer del todo. Esto genera gases y sensación de distensión abdominal. Al remojarlas, estos azúcares se disuelven en el agua y se eliminan cuando la desechas. Así, tus frijoles se vuelven más ligeros y tu digestión más amable.
- Reduce el tiempo de cocción Cuando las legumbres se rehidratan, su estructura se ablanda y absorben parte del agua que necesitarán para cocinarse. Esto hace que el tiempo frente a la estufa se reduzca considerablemente, lo que se traduce en menos consumo de gas o electricidad y una preparación más práctica.
- Mejora el sabor y la textura El remojo también mejora la textura y el sabor de las legumbres. Al ablandarse de forma uniforme, se cocinan de manera más pareja y adquieren un sabor más limpio, sin ese toque terroso o amargo que a veces queda cuando se cocinan directamente secas. LEE Receta de frijoles negros con chipotle
⏰ Consejos prácticos para un buen remojo
- Tiempo de remojo: depende del tipo de legumbre. Las lentejas suelen necesitar solo 2 a 4 horas, mientras que los garbanzos y los frijoles requieren mínimo 12 horas o incluso toda la noche.
- ¿Qué tanta agua? Usa unas tres partes de agua por cada parte de legumbres, ya que éstas absorben gran cantidad de líquido
- Limpieza: Quita piedritas y enjuaga bien las legumbres antes de remojarlas y desecha el agua de remojo antes de cocinarlas para eliminar las sustancias indeseables.
Remojo express
Si un día tienes prisa, puedes hacer un remojo rápido: hierve las legumbres 5 minutos, apaga el fuego y déjalas reposar una hora antes de cocinarlas normalmente. No es igual de efectivo, pero ayuda bastante.

